No, no voy a hablar del R.C.Celta ni del Estadio Municipal
de Balaidos, sino de las instalaciones contiguas al mismo. Sí, esas que parecen
una reliquia histórica de la II Guerra Mundial, las Pistas de Atletismo. Si
todavía hay algún futbolero intrépido que haya continuado leyendo le felicito,
la situación que voy a describir no le dejará indiferente.
Como atleta, poco más he de añadir a lo que nuestro más
mediático compañero de instalaciones, David Gómez, no haya dicho ya. Como gran
parte de los usuarios de estas instalaciones comparto su opinión, y además agradezco
su altruista labor reivindicativa, que a algunos tanto molesta.
Antes de atleta, he
pasado por otros deportes, teniendo el privilegio de ser internacional en uno
de ellos y en consecuencia poder viajar por la geografía europea y española.
Puedo decir que he pisado un considerable número de vestuarios, pero ninguno
tan espectacular como los de Balaidos. A día de hoy todavía me resisto a usar
sus duchas. Como anécdota no está de más, pero mi intención y la de esta
carta no pretenden ser a título personal, sino social.
Empieza Octubre, y por
lo tanto se inicia el programa de las escuelas deportivas del Concello, donde
también está enmarcado el Atletismo. Este año tendré la satisfacción de poder
ejercer como monitor y guiar a muchos niños de la ciudad a dar sus primeros
pasos en este deporte. Una de las primeras cosas en las que me gustaría
ayudarles sería a crearse una cultura deportiva. El ducharse después de un
entrenamiento es una de esas tareas básicas para cualquier deportista, pero cómo
voy a instarles a hacerlo si ni yo mismo hago uso de ellas. Al menos ellos tendrán el privilegio de entrenar a cubierto
los días de lluvia, que como todos sabéis, por esta tierra suelen ser pocos
durante el invierno. Al ser una actividad dependiente del Concello tienen
derecho a utilizar las instalaciones de la puerta 18 del estadio de fútbol,
todo un detalle.
La verdad es que estoy abrumado por la preocupación de los
políticos por dar una educación integral. Me maravilla su capacidad de dejar
estas instalaciones desatendidas en solidaridad con la fauna autóctona con el
fin de que los jóvenes atletas de esta ciudad la conozcan, pero lamento
comunicarles, señores, que de momento no
soy “Frank de la Jungla”, sólo soy un
monitor de atletismo.
Bien es cierto que nos encontramos en tiempos de recesión, y
que exigir mejoras en unas instalaciones públicas podría encontrarse fuera de
lugar. Ahora bien, cuando veo que en la calle en la que resido han cambiado las
aceras dos veces en cinco años, e instalado unos modernos pero problemáticos
contenedores subterráneos, me pregunto: ¿Es esta una adecuada gestión de los
recursos? Como estudiante de último año de Ingeniería en Organización
Industrial podría juzgarla de nefasta, pero vamos, que no hace falta ser
ingeniero para llegar a esta conclusión.
Podría parecer que estoy realizando una segunda cruzada en
contra de los gobernantes locales, pero no es así. Si menciono tanto y hago en
todo momento referencia al gobierno
local es porque ellos buscan ese protagonismo. Si no es su competencia el
estado de las Pistas de Atletismo, ¿cómo
es que las mismas están repletas de carteles que rezan “Concello de Vigo” o
“Vigo, terreo de xogo” pero no de ninguna otra administración?
Somos conscientes del proyecto que naufragó a orillas de la
administración autonómica hace unos años, pero creemos que es deber de la clase
política el ponerse de acuerdo y llevar a los supervivientes a puerto antes de
que el barco se vaya a pique.
No queremos cuatro parches mal puestos para acallar las
voces. Queremos unas instalaciones en condiciones, nos merecemos unas
instalaciones en condiciones, propias del siglo en el que vivimos. Por eso, yo
como interlocutor de esta carta, pero también en nombre de muchos de los
usuarios de estas instalaciones, os animamos, políticos, a hacer eso que tanto
os gusta, a “quedar bien”.
Os animamos a todos, Concello, Diputación y Xunta a dejar
vuestras batallitas de egos y poderes, y volver a la cordura durante unos instantes.
Recordad cuando erais niños y el timbre os anunciaba el fin del recreo, pues dejad
el recreo a un lado y poneros a trabajar. Hacedlo no por vosotros, sino por esos niños, esos que no pueden elegir quién les representa.
Rubén Martínez Covelo
atleta del RC Celta de Atletismo
monitor de atletismo en el estadio municipal de atletismo de Balaídos
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